Es el color más frio y el más profundo. Es brillante y vigoroso en sus tonalidades más puras y cálidas. En sus tonos más claros es distante y vaporoso como un vestido de seda que apenas notas que lo llevas. Bien empleado puede reflejar una serena lejania pero a la vez una gran profundidad.
Su amplia gama se puede resumir en tres tonos bien diferenciados:
- El pálido celeste
- El intenso añil
- Y el oscuro índigo
Las características de estos tonos inspiran vistosos estilos, como el claro azul de efecto muy mediterráneo, el contrastante azul de la porcelana de Sèvres y el frio escandinavo que evoca cielos invernales.
El celeste y los tonos claros del azul son relajantes, perfectos para estancias de trabajo o estudio. Si los versionamos con tinte verde, puede aportar mucha profundidad y amplitud a una estancia pequeña.
El azul cobalto y el ultramar colores encendidos deben utilizarse en pequeñas dosis o tintados de blanco, ya que ofrecen una amplia gama de contrastes.
El color azul no es muy recomendable para estancias con poca luz, ya que da un aspecto poco acogedor por su cualidad fria.
Se es utilizado en grandes paredes, aconsejo una buena decoración en forma de cuadros o espejos ornamentales para de ese modo evitar la monotonía de este color.
Los azules cálidos son ideales para cocinas tradicionales y de madera así como para resaltar muebles de caoba.
Una habitación pintada de azul pálido es clara y fresca, ya que la suavidad de la tonalidad recrea una agradable sensación de ligereza.
El mejor compañero para el azul es el blanco. Se asocia con éxito en una gran variedad de estilos, desde el más clásico hasta el rústico más mediterraneo pasando por los cobalto en combinación con blancos rotos en pintura envejecida.
El blanco suaviza los azules más concentrados, los equilibra y les da un aspecto más sutil y moderno.
Combinar azul con cualquier otro color debe de tener siempre la misma finalidad, reducir su frialdad.
El azul turquesa logra un mejor contraste con el crema menos crudo en lugar de con el blanco, es ideal para cuartos de baño.
El azul y amarillo, constituyen una mezcla arriesgada, como toda combinación de colores complementarios, pero no deja de crear una decoración estupenda. En su justa medida la calidez del amarillo compensa la frialdad del azul y aporta vitalidad.
Azul y verde es una de las combinaciones más dificiles, pero ofrece los delicados matices de un jardín. Los azules y verdes medios resultan los más adecuados, debido a que la gama media de azul contiene una buena proporción de verde y a la inversa. En superficies grandes crean un ambiente apacible y equilibrado.
El azul más profundo y cálido, aquel que nos recuerda al color de una noche estrellada, solo adquiere definición si se acompaña de un rojo cálido.
El rosa (mi favorito) con su delicadeza adquiere luminosidad en compañia de un azul frio.
Azul y rosa es una suave combinación ideal para dormitorios.
El naranja aporta un toque contemporáneo que hace vibrar las estancias despertando la riqueza del azul.
Azul y oro crean ambientes distinguidos y elegantes, siempre teniendo en cuenta no abusar de la suntuosidad del oro.
El índigo es un color que no recomiendo en casi ninguna ocasión ya que es el terrible devorador de la decoración, tan solo debería ser utilizado para resaltar muebles de madera y telas en rojos apagados.
Así que ya sabeis si quereis pintar vuestras paredes de azul hay que animar la paleta con algunos toques de color para que no parezca que estais en un iglú!!